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lunes, 7 de abril de 2008

Cucos

Es algo sabido, más en la capital que en los valles, que a los Cántabros nos llamaban Cucos, aún hay quien asi nos llama.
Lo que mucha gente no sabe es porqué nos llaman así.
El Cuco es un ave que nos anuncia la llegada de la primavera, viene de Africa en esa época (marzo) y se vuelve en julio una vez realizada la puesta. Tiene una peculiaridad, la hembra controla una extensión de territorio donde estan anidando otras aves, una vez que estas han hecho la puesta, en un momento en que los huevos están solos, la hembra del cuco va a ese nido, pone su huevo y quita uno de los que estaban para que no se note el "exceso", su puesta viene a ser de 12 huevos que distribuye en otros tantos nidos.
¿y Porque asocian a los Cántabros con esta ave?
Eso tiene que ver con las quintas.
Según cuenta el historiador y militar español Fernando Puell de la Villa.
Quinto significa una parte de cada cinco y, en este caso, una persona de cada cinco. Aunque para los reclutamientos no siempre se estableció ese número -hay levas en tiempos de los Reyes Católicos que seleccionaban uno de cada doce-, la costumbre se generalizó a partir del siglo XVIII, eligiéndose un individuo entre cada cinco de la lista.
Los gobernantes procuraban recurrir con mesura a este procedimiento, considerado excepcional y sólo justificado en caso de guerra, cuando era imprescindible completar algunos regimientos; y la población aceptaba con resignación, no exenta de protestas puntuales y mucha picaresca, ser sorteada esporádicamente. En realidad, la repercusión social era mínima. A lo largo del siglo XVIII solamente se dictaron trece ordenanzas de quintas.
Los cupos exigidos a los ayuntamientos siempre fueron bastante reducidos: una media de 11.000 hombres, lo que apenas superaba el dos por ciento de los alistados. Y la incidencia habría sido menor si el exceso de exenciones previstas por la ley y la costumbre no hubiera eximido del sorteo a casi la mitad de los solteros en edad de quintas por su vinculación con el clero o la nobleza, desempeñar determinados cargos u oficios, o estar empadronados en Cataluña, Navarra y el País Vasco.

Y aquí está el quíz de la cuestión, las buenas madres cántabras, iban a dar a luz al vecino País Vasco para librar a sus hijos de la guerra, osea que como el cuco ponían el huevo en nido ajeno, según nuestros vecinos vascos.
Ha quedado claro?

1 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Estupenda la información, Finchu.
A ver qué cántabro sabe todo esto que cuentas. Yo, desde luego, lo ignoraba.

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